El 7 de julio de 2025, la localidad suiza de Porrentruy, en el cantón del Jura, prohibió temporalmente la entrada de extranjeros a su piscina municipal tras una serie de incidentes que incluyen robos, peleas, agresiones sexuales y episodios de nudismo. La medida, vigente hasta el 31 de agosto, restringe el acceso a residentes legales y personas con permisos de trabajo, afectando especialmente a visitantes franceses que representan hasta el 95% de los bañistas habituales. El Consejo Municipal justificó la decisión como una acción para garantizar la seguridad y un ambiente respetuoso, tras reportes de insultos, acoso a mujeres y conductas inapropiadas. En un contexto donde el 20% de los hogares europeos enfrentan dificultades económicas, la medida ha desatado un debate sobre discriminación, seguridad pública y la gestión de la inmigración, con críticas que acusan a Suiza de xenofobia y defensores que la ven como una respuesta necesaria a la inseguridad.
En Porrentruy, localidad suiza, debido a las agresiones sexuales de los falsos refugiados a niñas y mujeres han prohibido la entrada a extranjeros en piscinas públicas. Sin complejos. Defecan, orinan, acosan a mujeres y niñas y se bañan desnudos. pic.twitter.com/cD6TlgYFRn
— Einsamkeit 🇪🇸 Sommerzeit 🌞 (@Sofia61781695) July 4, 2025
Una Medida Drástica por la Seguridad
La decisión de Porrentruy responde a semanas de incidentes en la piscina municipal, donde se reportaron robos, enfrentamientos verbales, agresiones sexuales y actos de vandalismo, incluyendo baños en ropa interior o nudismo. El alcalde, Philippe Eggertswyler, negó motivaciones discriminatorias, afirmando que la medida busca proteger a los residentes locales y garantizar un entorno seguro. “Ser elegido es asumir responsabilidades”, declaró a Radio Fréquence Jura, subrayando la necesidad de priorizar a los habitantes del municipio frente a la alta afluencia de visitantes extranjeros, principalmente franceses. El Consejo Municipal destacó que la restricción es “excepcional y temporal” y podría levantarse antes si mejora el comportamiento de los usuarios.
El aumento de la inseguridad llevó a las autoridades a reforzar la vigilancia con agentes adicionales en instalaciones recreativas, pero estas medidas resultaron insuficientes. Lionel Maitre, responsable de actividades recreativas en el distrito de Boncourt, señaló que, aunque no todos los implicados eran franceses, la mayoría portaba documentación gala. Los incidentes incluyeron acoso a mujeres, lenguaje ofensivo y enfrentamientos con el personal de seguridad, creando un ambiente considerado poco respetuoso y no apto para familias. La prohibición, que afecta a una región históricamente abierta a la convivencia transfronteriza, ha generado tensiones con comunidades vecinas en Francia, donde los bañistas solían frecuentar la piscina en verano.
Hoy, 15 de junio, se celebra el Día Nacional de la Tranquilidad con este momento históricopic.twitter.com/uZEJvTFdLM
— Padronso (@TitoPadronso) June 15, 2025
igual habria que pedirle perdon a alvaro por los 17 jucios que sufrio por ser un adelantado a su epoca
Contexto Regional y Reacciones
La medida de Porrentruy se enmarca en un contexto europeo de creciente preocupación por la inseguridad vinculada a la inmigración. En Alemania, por ejemplo, datos de 2024 muestran que el 65% de los sospechosos de agresiones sexuales en piscinas públicas eran extranjeros, con afganos y sirios encabezando las estadísticas. En Hesse, se registraron 74 agresiones sexuales en piscinas, y a nivel federal, el 47,5% de los sospechosos en violaciones en grupo no tenían nacionalidad alemana, pese a que los inmigrantes representan solo el 15% de la población. Estos datos han alimentado campañas en Alemania que, según críticos como el eurodiputado de VOX Jorge Buxadé, ocultan el impacto de la inmigración masiva mientras culpan a los nativos.
En Suiza, la prohibición ha generado reacciones divididas. Algunos residentes locales apoyan la medida, argumentando que protege la convivencia y el derecho de las familias a disfrutar de espacios seguros. Sin embargo, asociaciones de derechos humanos y medios franceses han acusado a las autoridades de discriminación, señalando que el veto generalizado a extranjeros no distingue entre responsables e inocentes. El diario Infobae destacó que la medida afecta especialmente a franceses que cruzan la frontera, rompiendo una tradición de intercambio cultural. En redes sociales, usuarios han expresado indignación, comparando la decisión con políticas xenófobas, aunque otros la defienden como una respuesta pragmática a problemas reales.
La controversia se suma a medidas previas en Suiza, como la prohibición del burka en 2021, que reflejan una postura estricta hacia la integración de extranjeros. La inmigración, que representa el 26% de la población suiza, ha sido un tema sensible, con el país aplicando políticas restrictivas, como cuotas de entrada y controles rigurosos. En 2024, Suiza registró 11.000 solicitudes de asilo, principalmente de afganos y eritreos, lo que ha incrementado las tensiones en comunidades locales. La medida de Porrentruy, aunque focalizada, refuerza la percepción de un endurecimiento frente a la inmigración irregular.
Un Debate sobre Seguridad y Discriminación
La prohibición plantea un dilema entre seguridad pública y derechos individuales. Los defensores argumentan que los incidentes, como agresiones sexuales y robos, justifican medidas excepcionales para proteger a los ciudadanos. En Alemania, casos similares han llevado a campañas de sensibilización y restricciones en piscinas, pero también a críticas por estigmatizar a los inmigrantes. Estudios internacionales, como los de Stansfield en el Reino Unido, sugieren que la inmigración no siempre correlaciona con un aumento de la delincuencia, y que factores como la pobreza o la desestructuración social son más determinantes. Sin embargo, las estadísticas suizas y alemanas muestran una sobrerrepresentación de extranjeros en ciertos delitos, alimentando el discurso de partidos conservadores.
En España, la controversia resuena con casos como el de Guardamar del Segura, donde incidentes con inmigrantes generaron demandas de cierre de centros de acogida. La sociedad española, con un 28% de niños en riesgo de pobreza, observa con preocupación cómo la inmigración aviva debates sobre seguridad y cohesión. En Cataluña, la sustitución de menús tradicionales por halal en colegios ya generó críticas similares por priorizar la diversidad sobre la cultura local. La medida de Porrentruy, aunque temporal, refuerza la narrativa de que la inmigración irregular amenaza la convivencia, un argumento que gana fuerza en Europa ante el aumento de delitos en espacios públicos.
Un Verano de Tensiones
La prohibición de Porrentruy expone las dificultades de gestionar la inmigración en comunidades pequeñas. Suiza, conocida por su neutralidad y orden, enfrenta el desafío de equilibrar la seguridad con la no discriminación. La medida, que afecta a miles de bañistas franceses, podría tensar las relaciones transfronterizas y alimentar el discurso antiinmigración en Europa. Mientras el Consejo Municipal insiste en su carácter temporal, la sociedad exige soluciones que no estigmaticen a colectivos enteros. En un contexto de crisis económica y polarización, el veto en las piscinas de Porrentruy es un recordatorio de que la convivencia requiere diálogo, no solo restricciones. Sin medidas integrales, el verano suizo podría convertirse en un símbolo de división en lugar de recreación.
Suiza cierra piscinas a extranjeros: ¿seguridad necesaria o discriminación injusta? 🏊♂️