Un nuevo tratamiento inyectable ha captado la atención de quienes buscan perder peso de manera efectiva y sin grandes sacrificios. Se trata de Mounjaro (tirzepatida), un medicamento que ha mostrado resultados prometedores tanto en el control de la diabetes tipo 2 como en la reducción de peso en personas con obesidad. Aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en mayo de 2022 y disponible en España desde el 1 de julio del año pasado, este fármaco de administración subcutánea semanal ha sido descrito como una herramienta innovadora por especialistas en endocrinología.
Mounjaro funciona de manera distinta a otros tratamientos similares. Según la doctora Cecilia Low Wang, experta en endocrinología, diabetes y metabolismo de UCHealth, el medicamento actúa como un «agonista dual», activando simultáneamente dos receptores hormonales: el GLP-1 (péptido similar al glucagón-1) y el GIP (polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa). Estas hormonas regulan los niveles de azúcar en sangre y, al mismo tiempo, reducen el apetito y retrasan el vaciado del estómago, lo que genera una mayor sensación de saciedad. «Suprime el apetito y te hace sentir más lleno», explica Low Wang, destacando que esta acción dual lo diferencia de otros fármacos como Ozempic y Wegovy, que solo activan el receptor GLP-1.

Los resultados clínicos han sido notables. En ensayos realizados con personas que padecen sobrepeso u obesidad, pero sin diabetes, Mounjaro ha demostrado una reducción promedio de peso de hasta un 22,5% (equivalente a unos 23,6 kilos) tras 72 semanas de tratamiento. Además, un 96% de los pacientes lograron perder al menos un 5% de su peso corporal, y cuatro de cada diez alcanzaron una disminución igual o superior al 25% en el mismo periodo. Low Wang subraya que nunca antes se había contado con un medicamento tan eficaz para controlar la diabetes y favorecer la pérdida de peso sin aumentar significativamente el riesgo de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre).
El tratamiento, que requiere prescripción médica y se administra en dosis de 5 o 10 mg, no está exento de consideraciones. Aunque sus efectos sobre la regulación del apetito y el peso son destacados, los expertos advierten que no es una solución milagrosa ni adecuada para todos. Está indicado específicamente para adultos con diabetes tipo 2 o con obesidad (IMC igual o superior a 30 kg/m²), y su uso debe ir acompañado de cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y actividad física regular. Además, puede provocar efectos secundarios gastrointestinales leves, como náuseas o diarrea, que suelen disminuir con el tiempo.
Este avance abre una nueva puerta en la lucha contra la obesidad, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo. Sin embargo, los especialistas insisten en la importancia de un enfoque integral y supervisado por profesionales de la salud para garantizar resultados seguros y sostenibles. Mounjaro no solo representa una opción para perder peso, sino también una herramienta que podría mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan problemas metabólicos, siempre que se utilice de manera responsable y bajo orientación médica adecuada.