Esta semana, el Senado será el epicentro de un debate decisivo sobre los Presupuestos de 2025, cuando los partidos que respaldan al Gobierno deban pronunciarse sobre si el Ejecutivo está obligado a presentar las cuentas. El PP, que ostenta la mayoría absoluta en la Cámara Alta, llevará al Pleno este martes una moción que exige al Gobierno cumplir su «obligación constitucional» de registrar el Proyecto de Presupuestos. La iniciativa, respaldada por la fuerza parlamentaria de los populares, será aprobada con seguridad, pero el foco estará en las posturas de los socios del Ejecutivo: ERC, Junts, Bildu, PNV y sectores de la coalición Sumar.
El Gobierno defiende que, ante la falta de apoyos suficientes en el Congreso, presentar las cuentas sería un esfuerzo inútil que solo consumiría tiempo legislativo. Por ello, el Ejecutivo ha trasladado su atención a la negociación de los Presupuestos de 2026, dejando en suspenso los de 2025. Sin embargo, la moción del PP subraya que la elaboración y presentación de las cuentas no es una opción discrecional, sino un «deber inexcusable» establecido en la Constitución. Los populares recuerdan que el propio presidente del Gobierno, en legislaturas anteriores, exigía a otros Ejecutivos cumplir con esta responsabilidad, acusándolos de eludir sus obligaciones si no lo hacían.
El texto de la moción argumenta que la ausencia de un nuevo plan presupuestario genera inestabilidad económica, complica la gestión eficiente de los recursos públicos y obstaculiza la implementación de programas estratégicos esenciales. Además, destaca que los Presupuestos vigentes, aprobados en 2023, fueron diseñados en un contexto político y económico radicalmente distinto. En aquel momento, el Congreso tenía una composición parlamentaria diferente, y el Ejecutivo estaba integrado por una coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, a diferencia de la actual alianza con Sumar. Esta obsolescencia, según el PP, refuerza la urgencia de actualizar las cuentas.

Las posturas entre los socios del Gobierno no son homogéneas. Sumar, liderado por Yolanda Díaz, se desmarca de la posición del PSOE y aboga por presentar los Presupuestos para abrir una negociación, incluso si la derrota en el Congreso parece inevitable. «La obligación es intentarlo», sostienen desde esta formación, subrayando la importancia de someter las cuentas al escrutinio parlamentario. Por su parte, ERC, Junts, Bildu y PNV deberán aclarar en la votación si consideran que las Cortes tienen el derecho y la responsabilidad de supervisar, enmendar y aprobar los Presupuestos para garantizar estabilidad y transparencia económica.
Una encuesta reciente revela que los votantes de todos los partidos, incluidos los del PSOE, creen mayoritariamente que el Gobierno debe presentar los Presupuestos, independientemente de los apoyos disponibles. Este respaldo popular fortalece la estrategia del PP, que también ha registrado una moción similar en el Congreso para una futura votación, buscando mantener la presión sobre el Ejecutivo. La decisión de los socios de Sánchez en el Senado no solo reflejará sus prioridades políticas, sino que también podría tener consecuencias significativas para la percepción pública de la gestión económica del Gobierno. En un contexto de incertidumbre, este debate marcará un punto de inflexión en la legislatura, evidenciando las tensiones entre el Ejecutivo y sus aliados en un momento crítico para la estabilidad del país.