El 2 de julio de 2025, el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el Partido Popular (PP) con mayoría absoluta, desató una polémica al contratar a la youtuber Esty Quesada, conocida como “Soy una Pringada”, para participar en la programación de Veranos de la Villa 2025. La influencer, famosa por su humor ácido y contenido LGTBIQ+, actuará el 5 de agosto en el Parque de la Bombilla, comentando la película Sexo en Nueva York (2008) junto al streamer Junior Healy dentro del ciclo Cine Caliente IV. La decisión ha generado críticas por parte de VOX, que acusa a Quesada de ser “proetarra” y de haber hecho comentarios que incitan a la violencia contra su partido, incluyendo una declaración donde afirmó: “Con VOX hay que matar”. El grupo municipal de VOX exigirá explicaciones al PP en la próxima comisión de Cultura, mientras el Área de Cultura, Turismo y Deporte defiende la “libertad creativa” del programa. En un contexto donde el 23% de los hogares españoles no tienen ahorros, el caso aviva el debate sobre el uso de fondos públicos y la polarización política.
Una Contratación que Enciende la Polémica
El festival Veranos de la Villa, en su 41ª edición, arrancará el 7 de julio con un espectáculo de La Fura dels Baus y se extenderá hasta el 24 de agosto, ofreciendo una amplia programación cultural en Madrid. La inclusión de Quesada, una figura conocida por su irreverencia en redes sociales, forma parte de una colaboración con La Juan Gallery, que organiza proyecciones comentadas para generar experiencias artísticas interactivas. En el evento del 5 de agosto, Quesada y Healy interrumpirán la proyección con comentarios, música y análisis, una propuesta que busca atraer a un público joven. Sin embargo, la trayectoria de la youtuber, marcada por declaraciones controvertidas, ha puesto al PP en el punto de mira.
Quesada, bilbaína de 31 años, saltó a la fama con su canal de YouTube, donde mezcla crítica social, humor provocador y reflexiones sobre identidad LGTBIQ+. Ha participado en series como Looser (Atresplayer), Paquita Salas y Vota Juan, y ha publicado dos libros: Freak (2017) y Las cosas que me salvaron la vida (2018). Sin embargo, sus comentarios pasados, como el que incitaba a la violencia contra VOX o chistes sobre la banda terrorista ETA, han generado rechazo. En un vídeo, Quesada expresó: “Cuando vi que era de ETA se me iluminaron los ojos, se me dibujó una tímida sonrisa y dije ‘qué guay, ¿no?’”, lo que VOX interpreta como apología del terrorismo.
VOX, liderado por Javier Ortega Smith en el Consistorio, anunció que interpelará al PP en la comisión de Cultura para cuestionar la contratación, argumentando que Quesada no representa valores adecuados para un evento financiado con fondos públicos. La formación cita sus declaraciones explícitas, como “Deberíamos comprar armas ¡pum! Con VOX hay que matar”, para acusarla de incitar al odio. La controversia se intensificó tras la difusión de la noticia, con críticas que señalan al PP por no vetar a una figura considerada divisiva en un festival que busca ser inclusivo.
🔴 #ÚLTIMAHORA | VOX preguntará al PP, en comisión, por qué ha decidido contratar a la proetarra ‘Soy una pringada’ dentro de la programación del Ayuntamiento de Madrid para los Veranos de la Villa. pic.twitter.com/E4nBG0IgnD
— Grupo Municipal VOX Ayuntamiento de Madrid (@VOX_AytoMadrid) July 1, 2025
Respuesta del Ayuntamiento y Contexto Político
El Área de Cultura, Turismo y Deporte, dirigida por Marta Rivera de la Cruz, defendió la decisión, destacando que Quesada es una de las más de 300 profesionales contratadas para Veranos de la Villa y que su participación es “minoritaria” dentro de un programa diverso. El PP subrayó el respeto al criterio artístico de Joaquín de Luz, director del festival, y argumentó que la propuesta de La Juan Gallery enriquece la experiencia cultural al fomentar la interacción con el público. Sin embargo, la justificación no ha aplacado las críticas, que acusan al PP de falta de coherencia al contratar a una figura asociada con posturas controvertidas mientras mantiene una postura firme contra el terrorismo en otros contextos.
El caso se enmarca en un clima de tensión política en Madrid. El PP, liderado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida, ha enfrentado críticas recientes por decisiones como el mantenimiento de banderas LGTBIQ+ en edificios municipales, lo que generó un recurso de VOX por considerarlas contrarias a la neutralidad institucional. La contratación de Quesada, percibida como una concesión a sectores progresistas, choca con la alianza tácita entre PP y VOX en el Consistorio, donde el partido de Ortega Smith ha apoyado iniciativas del Gobierno municipal. La polémica también resuena en un contexto de investigaciones de la UCO sobre posibles vínculos del PSOE con entornos proetarras, lo que aviva las acusaciones de doble rasero contra el PP.
La oposición de izquierda, incluyendo Más Madrid y el PSOE, ha evitado pronunciarse directamente, pero la controversia podría beneficiarles al exponer fisuras en el bloque de derechas. El PP, con mayoría absoluta, enfrenta el desafío de mantener su base conservadora mientras proyecta una imagen abierta en un festival cultural de alcance internacional. La programación de Veranos de la Villa, que incluye desde ópera hasta cine al aire libre, busca atraer a turistas y madrileños, pero la inclusión de Quesada arriesga alienar a sectores que ven en sus declaraciones una banalización del terrorismo.
Un Debate sobre Libertad y Responsabilidad
La contratación de Quesada plantea un dilema entre la libertad de expresión y la responsabilidad en el uso de fondos públicos. Veranos de la Villa, con un presupuesto de varios millones de euros, es un escaparate cultural que refleja la identidad de Madrid como ciudad diversa. La participación de una figura como Quesada, conocida por su estilo transgresor, encaja con la apuesta por creadores digitales que conecten con audiencias jóvenes. Sin embargo, sus comentarios pasados, especialmente sobre ETA y VOX, cruzan líneas sensibles en un país donde el terrorismo ha dejado más de 800 víctimas mortales. La sociedad, con un 28% de niños en riesgo de pobreza, cuestiona el gasto en figuras controvertidas mientras otras necesidades sociales permanecen desatendidas.
El precedente de Quesada en eventos institucionales, como su charla en Binéfar (Huesca) en 2019 sobre violencia de género, ya generó críticas de VOX, que la acusó de no representar “valores adecuados”. La youtuber, que se define como feminista y activista LGTBIQ+, ha construido su carrera desafiando convenciones, pero su humor, a menudo considerado ofensivo, choca con sectores conservadores. La decisión del PP de incluirla en un evento público refleja una apuesta por la pluralidad, pero también expone una falta de filtro en un contexto donde el terrorismo sigue siendo un tema candente.
La controversia también pone en cuestión los criterios de contratación del Ayuntamiento. Mientras el PP defiende la “libertad creativa”, la ausencia de un veto a Quesada sugiere una desconexión con las sensibilidades de una parte de la ciudadanía. La oposición de VOX, que ha capitalizado el descontento, podría presionar al PP para revisar futuras contrataciones, especialmente en un año electoralmente relevante para la derecha.
Un Festival bajo Escrutinio
La polémica amenaza con ensombrecer Veranos de la Villa, un festival que busca consolidar a Madrid como capital cultural. La edición de 2025, con eventos como el homenaje a Celia Cruz y espectáculos de flamenco japonés, apuesta por la diversidad, pero la inclusión de Quesada ha desviado la atención hacia un debate político. El PP debe equilibrar su compromiso con la libertad artística y las demandas de neutralidad de sus aliados en VOX. La sociedad madrileña, agotada por la polarización, espera que los fondos públicos se destinen a propuestas que unan en lugar de dividir. Mientras el 5 de agosto se acerca, el caso de “Soy una Pringada” pone a prueba la capacidad del Ayuntamiento para gestionar una crisis que mezcla cultura, política y memoria histórica.
Almeida apuesta por la polémica: ¿es arte o provocación contratar a ‘Soy una Pringada’? 🎭