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viernes, abril 18, 2025
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El grito de un padre: «Quiero saber qué pasó con mi hijo en ese infierno de Alcorcón»

El padre de Jesús Aguilar, uno de los dos bomberos fallecidos el pasado miércoles en un incendio en un garaje de Alcorcón, ha viajado desde Murcia hasta esta localidad madrileña exigiendo respuestas. Jesús, de 34 años, y su compañero Sergio Benavente, de 37, perdieron la vida mientras intentaban sofocar un fuego que también dejó a un tercer bombero en estado grave, ingresado en la unidad de quemados del Hospital de Getafe. «Quiero saber qué ha sucedido», declaró el padre, visiblemente afectado, al llegar al lugar donde su hijo encontró la muerte.

El incendio, ocurrido en la calle Los Lilos, se desencadenó por la tarde y sorprendió a los equipos de emergencia por su virulencia. Según fuentes de la investigación preliminar, el fuego pudo originarse por la explosión de un vehículo eléctrico, un Porsche adaptado para personas con discapacidad, cuyo conductor habría perdido el control al entrar al garaje. El siniestro generó una densa humareda negra y temperaturas extremas, alcanzando cerca de 1.000 grados, lo que complicó las labores de extinción. Los bomberos, al ingresar al aparcamiento subterráneo, se enfrentaron a condiciones letales: el colapso de una puerta cortó su «línea de vida» —la manguera que los guiaba al exterior—, dejándolos atrapados.

El progenitor de Jesús expresó su frustración: «No estaban preparados para este tipo de incendios. Mi hijo entró en una ratonera». Estas palabras resuenan con datos adicionales reportados por otros medios, como El Mundo, que señalan que uno de los bomberos murió por asfixia tras quedarse sin oxígeno, mientras el otro pereció al intentar rescatar a su compañero tras lograr salir inicialmente. La tragedia ha conmocionado a la comunidad de bomberos y a los vecinos, algunos de los cuales relataron haber escuchado explosiones y visto una nube negra que oscureció la zona.

La investigación, a cargo de la Policía Nacional y Científica, sigue en curso. Según 20 minutos, los agentes accedieron al garaje el viernes tras confirmar que los niveles de toxicidad eran seguros, utilizando incluso un perro robot para inspeccionar áreas inaccesibles. Mientras, el padre de Jesús insiste en que se esclarezcan las circunstancias: «¿Qué medidas se tomaron? Han muerto dos personas, algo falló». La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Alcorcón han prometido apoyo y homenajes a los fallecidos, pero las preguntas persisten.

Y aquí estamos, con un garaje convertido en trampa mortal y un padre buscando justicia. ¡Que los héroes no paguen el precio de la imprevisión!😭👩‍🚒

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