back to top
sábado, abril 19, 2025
202

Top 5 ESTA SEMANA

201

LO RELACIONADO

Toy Story cumple 30 años: Un viaje nostálgico al corazón de mi infancia

Hoy, 28 de marzo de 2025, me detengo a mirar las noticias y siento un nudo en la garganta. Toy Story, esa película que marcó mi niñez, cumple 30 años. Tengo 42 ahora, y pensar que han pasado tres décadas desde que Woody y Buzz Lightyear entraron en mi vida me llena de una mezcla de alegría y melancolía que solo los recuerdos más puros pueden despertar. Corría 1995, cuando se estrenó, pero a España llego un año más tarde en 1996, yo tenía apenas 13 años, y el mundo era un lugar más simple: las tardes de sábado en el cine del barrio, el olor a palomitas recién hechas y la emoción de ver algo completamente nuevo, una película animada por computadora que parecía magia pura.

Recuerdo esa primera vez que la vi. Mi hermano menor y yo convencimos a mi papá de llevarnos al cine, y salimos de la sala con los ojos brillantes, repitiendo “¡Al infinito y más allá!”, como si fuera nuestro nuevo lema. Luego vino el VHS, ese tesoro que gastamos de tanto rebobinarlo en nuestra vieja videocasetera. No era solo una película; era un pedazo de mi infancia que vivía en esos juguetes que cobraban vida cuando nadie los miraba. Yo mismo miraba mis propios muñecos —un osito de peluche de la marca Mimosin al que ya faltaba un ojo— y me preguntaba si también tendrían sus propias aventuras secretas.

Osito de peluche de una marca de suavizante MIMOSIN

Hoy, mientras escribo esto, la nostalgia me lleva a curiosear en internet, y me topo con algo que me saca una sonrisa incrédula: en eBay, alguien está vendiendo un VHS de Toy Story por 1500 €. ¡Mil quinientos euros! No sé si reír o maravillarme. Ese pedazo de plástico negro, con su cinta magnética que probablemente ya está algo rayada, vale más ahora que muchos gadgets modernos. Es como si el tiempo hubiera convertido ese objeto cotidiano de mi pasado en una reliquia, un portal físico hacia esos días en que todo era posible, incluso que un vaquero y un astronauta fueran mejores amigos. Me pregunto muy para adentro si hubiera guardado el mío y lo tuviera hasta el día de hoy ¿Lo vendería? ¿Tú qué harías?

Imagen de oferta de venta de VHS de Toy Story por 1500€ en Ebay

Y hablando de curiosidades, descubrí algo que me dejó pensando: ¿sabías que el nombre completo de Buzz Lightyear iba a ser “Lunar Larry” antes de que Pixar se decidiera por algo más épico? Imaginarme a ese héroe espacial gritando “¡Soy Lunar Larry!”, me saca una carcajada, pero también me hace apreciar aún más la chispa creativa que dio vida a esta historia. Esos pequeños detalles, como el precio exorbitante de un VHS o un nombre descartado, son los que tejen esta red de recuerdos que me atan a Toy Story.

Treinta años después, miro a mi alrededor y veo que el mundo ha cambiado tanto. Los cines de barrio son ahora multisalas con pantallas gigantes, y los VHS han sido reemplazados por plataformas digitales que mis sobrinos manejan mejor que yo. Pero Toy Story sigue ahí, intacta en mi memoria, recordándome esa época en la que los juguetes eran más que objetos: eran compañeros, confidentes, pedazos de mi imaginación. Hoy, mientras pienso en ese VHS de 1500 € y en el casi olvidado Lunar Larry, me doy cuenta de que no solo estoy celebrando una película, sino una parte de mí que, como Woody, sigue aferrada a la magia de ser niño.

🎬✨ Habrá que darle una oportunidad a la última de la saga Lightyear 🚀, una película que merecía brillar, pero se vio truncada por ideologías. 🎭🔥 ¿Le das una oportunidad? 🍿👀

spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

LOS POPULARES