El Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, ha reasignado prioridades presupuestarias en 2025, incrementando el gasto en Defensa en 4.000 millones de euros, mientras reduce 1.000 millones en Educación, según datos del Ministerio de Hacienda publicados el 7 de junio de 2025. Este recorte en Educación, que afecta programas clave de Formación Profesional (FP) y Educación Infantil, coincide con la finalización de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Sin embargo, el Ejecutivo ha optado por no reemplazar estas inversiones con recursos nacionales, priorizando el sector militar para alcanzar el 2% del PIB comprometido con la OTAN. La decisión, que sacrifica iniciativas de reskiling, upskiling, innovación e internacionalización de la FP, y nuevas plazas de Educación Infantil, genera críticas por comprometer avances educativos en un contexto de creciente demanda de cualificación laboral y equidad social.
Recorte en Educación: Fin de los Fondos Europeos
El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes ha perdido 1.000 millones de euros en 2025 respecto a la prórroga presupuestaria, según El Confidencial y La Gaceta. Este recorte se debe principalmente a la culminación de programas financiados por fondos europeos, que no serán sostenidos con presupuesto nacional. Entre los más afectados están:
- Reskiling y upskiling: Se eliminan 450 millones destinados a la recualificación laboral, esenciales para mejorar la empleabilidad de trabajadores en un mercado que exige competencias digitales y tecnológicas. En 2023, estos programas beneficiaron a 1,2 millones de personas, según el Ministerio de Trabajo.
- Innovación e internacionalización de la FP: Se pierden 200 millones para modernizar la FP, crear titulaciones adaptadas a sectores emergentes como la IA o la ciberseguridad, y fomentar su proyección internacional. Desde 2019, la FP había crecido un 35% en matriculaciones, con 400.333 nuevas plazas creadas hasta 2024 gracias a fondos europeos.
- Educación Infantil (0-3 años): Se suprimen 140 millones para nuevas plazas públicas y gratuitas, un programa que generó 25.700 plazas desde 2021, elevando la escolarización al 45,6%, superior a la media de la UE (35,89%). Estas plazas son claves para la conciliación familiar y la equidad educativa, especialmente para familias jóvenes.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades también pierde 208 millones, afectado por el fin de proyectos europeos. Aunque el Gobierno asegura que no recorta fondos nacionales, la ausencia de nuevas partidas para mantener estos programas refleja una decisión política de no priorizar la educación frente a otras áreas. En 2023, el gasto público en educación alcanzó un récord de 67.900 millones (7% más que en 2022), pero la dependencia de fondos europeos (1.800 millones en 2020) deja un vacío que el Ejecutivo no cubre, comprometiendo avances en FP y Educación Infantil.
📢 Mientras destinan 10.400 millones a gasto militar, nos dicen que no hay dinero para bajar ratios ni reforzar la educación pública.
— Javier Sánchez Serna (@J_Sanchez_Serna) May 28, 2025
Con ese dinero podríamos tener 5.000 escuelas infantiles y 150.000 docentes más.
🔁 Este Gobierno ha elegido armas. Nosotros elegimos aulas. pic.twitter.com/kZ8kZBC2AG
Auge del Gasto en Defensa: Hacia el 2% del PIB
En contraste, los Ministerios de Defensa e Industria han recibido un impulso de casi 10.000 millones en 2025, con Defensa ganando 4.000 millones y el programa de “Apoyo a la innovación tecnológica en el sector de la defensa” triplicando su dotación hasta 5.100 millones. Estas reasignaciones, aprobadas sin debate parlamentario mediante modificaciones presupuestarias, buscan cumplir el compromiso con la OTAN de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar. Hasta abril de 2025, el Gobierno ha añadido 20.000 millones de nuevo gasto y reasignado 17.000 millones, con Defensa e Industria como principales beneficiarios.
El objetivo es potenciar la industria militar española, generando empleo y competitividad. Empresas como Navantia o Indra se beneficiarán de contratos para modernizar equipamiento, desarrollar tecnología de defensa y renovar personal militar. Sin embargo, más de la mitad de los fondos (5.600 millones) provienen de reasignaciones de otros ministerios, incluyendo Educación, Hacienda y Ciencia. Esta estrategia, criticada por partidos como Podemos y sindicatos como CCOO, prioriza la militarización sobre necesidades sociales, especialmente en un país donde el gasto educativo (4,7% del PIB en 2023) está por debajo de la media de la OCDE (5,1%).
Impacto Social y Críticas a la Reasignación
La reducción de 1.000 millones en Educación ha generado alarma en la comunidad educativa. La FP, que matricula a 1,1 millones de estudiantes y es clave para reducir el abandono escolar temprano (11,7% en 2024, frente al 9% de la UE), pierde impulso en un momento de transformación digital. La supresión de los 450 millones para reskiling y upskiling afecta a trabajadores de sectores en declive, como la automoción tradicional, que necesitan recualificarse para empleos en energías renovables o tecnología. La pérdida de 200 millones para la internacionalización de la FP limita su alineación con estándares europeos, como los de Alemania, donde el 50% de los jóvenes estudian FP frente al 12% en España.
La eliminación de los 140 millones para Educación Infantil frena la universalización de las plazas de 0-3 años, un objetivo del Plan Educa 3 de 2008 que ya se truncó por recortes en 2012. Esta medida, que beneficia especialmente a familias vulnerables, es crucial para la conciliación y la igualdad de género, pero solo 2.900 nuevas plazas se crearán en 2025 con fondos redistribuidos, lejos de las 65.000 prometidas desde 2021. Organizaciones como Save the Children advierten que esta decisión perpetúa desigualdades educativas desde la primera infancia.
En redes sociales, usuarios como @J_Sanchez_Serna y @iuriamolero reflejan el descontento, señalando que los 10.400 millones destinados a Defensa podrían financiar 5.000 escuelas infantiles o 150.000 docentes. Podemos y CCOO critican que el aumento militar “congela” el objetivo de la LOMLOE de alcanzar el 5% del PIB en educación, estancado en 4,7%. El Gobierno defiende que la finalización de fondos europeos es un proceso natural y que otros ministerios, como Transición Ecológica (+2.300 millones), han sido compensados con fondos nacionales, pero la falta de esfuerzo propio en Educación refuerza la percepción de un cambio de prioridades hacia la militarización.
Un Futuro Educativo en Riesgo
La reasignación presupuestaria de 2025 refleja una encrucijada para España. Mientras el país invierte en seguridad y competitividad militar, los avances en educación, logrados con fondos europeos, corren riesgo de estancarse. La FP, motor de empleabilidad, pierde capacidad de adaptación a un mercado laboral en transformación, y la Educación Infantil, pilar de equidad, frena su expansión. Comparado con países como Finlandia, donde el 6,1% del PIB se destina a educación, España queda rezagada en un momento crítico para formar talento y reducir desigualdades.
La decisión de no reemplazar los fondos europeos con recursos nacionales, desviándolos a Defensa, plantea preguntas sobre las prioridades del Gobierno. Mientras el sector militar promete empleo y soberanía industrial, el recorte en educación amenaza con limitar el capital humano, esencial para la innovación y el crecimiento sostenible. La sociedad española, polarizada, exige un debate transparente sobre cómo equilibrar seguridad y educación, dos pilares fundamentales para el futuro del país.
4.000 millones para armas, 1.000 menos para aulas: España elige Defensa sobre Educación 🎓⚔️
