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sábado, agosto 2, 2025
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Antisemitismo en Europa: La Operación Antijudía Gana Terreno

El antisemitismo, que en realidad es una campaña antijudía, se está apoderando de Europa y de sus ciudadanos, desencadenando una ola de odio que trasciende fronteras. En un partido de fútbol en Francia, el 1 de junio de 2025, se desplegó una pancarta que simboliza esta creciente hostilidad: un hombre vestido como militante de un grupo terrorista, letras que dicen “Free Palestine” con una “I” que representa el mapa de la Palestina anterior a 1948, y un niño con una bandera libanesa en la espalda, presentado como observador y precursor del conflicto en Gaza. Aunque algunos interpretan estos mensajes como un llamado a detener los ataques de Israel, su trasfondo apunta a un objetivo más oscuro: la aniquilación de Israel, tanto física como mediática. Este fenómeno, que se extiende por Europa, está propiciando ataques a judíos en todo el mundo, evidenciando una operación antijudía que amenaza la seguridad y la convivencia global.

La Pancarta: Un Mensaje de Odio Disfrazado

Durante un partido de fútbol en Francia, una pancarta desplegada el 1 de junio de 2025 reveló la profundidad del antisemitismo en Europa. En ella, un hombre vestido como militante de un grupo terrorista—identificado por muchos como parte de organizaciones que buscan la destrucción de Israel—dominaba la imagen. Lejos de ser una “guerrilla liberadora”, como algunos pretenden etiquetarla, este grupo ha sido señalado por actos violentos y una agenda clara: la eliminación de Israel, no solo como Estado, sino como idea. La pancarta también incluía el lema “Free Palestine”, donde la “I” era un mapa de la Palestina previa a 1948, abarcando todo el territorio israelí, un símbolo que evoca el eslogan “desde Cisjordania hasta el mar”, usado por quienes abogan por la desaparición del Estado judío.

Otro elemento destacado era un niño con una bandera libanesa en la espalda, presentado como observador del conflicto en Gaza y, según algunos analistas, como un símbolo de la implicación de Líbano en la escalada de tensiones. Organizaciones como Hezbolá, respaldadas por Líbano e Irán, han sido acusadas de financiar y armar grupos en Gaza, exacerbando la violencia. Este mensaje, que podría parecer una protesta pacífica, esconde un discurso de odio que no busca la paz, sino la erradicación de Israel y, por extensión, del pueblo judío. La Liga Antidifamación (ADL) reportó un aumento del 140% en incidentes antisemitas en Francia en 2024, desde pintadas en sinagogas hasta agresiones físicas, un fenómeno que pancartas como esta alimentan al normalizar el odio.

El fútbol, un espacio de unión, se ha convertido en un escenario para la propaganda antijudía. En 2024, un partido en Países Bajos fue suspendido tras cánticos antisemitas contra jugadores judíos, mientras que en Alemania se registraron pancartas similares en eventos deportivos. Esta tendencia no es aislada: refleja una operación antijudía que usa la cultura popular para legitimar su discurso, poniendo en peligro a las comunidades judías en Europa y más allá.

Una Operación Antijudía en Expansión

El antisemitismo en Europa no es nuevo, pero su resurgimiento actual tiene características alarmantes. En 2024, el Observatorio Europeo contra el Racismo y la Xenofobia (EUMC) registró 3.500 incidentes antisemitas en la UE, un 60% más que en 2023. Reino Unido reportó 2.200 casos, el mayor número desde 1984, incluyendo ataques físicos y amenazas en línea. En España, la Federación de Comunidades Judías documentó un aumento del 80% en agresiones verbales y físicas tras el recrudecimiento del conflicto en Gaza. Este odio, disfrazado a menudo de crítica a Israel, cruza la línea hacia lo antijudío al atacar a personas por su identidad, no por sus acciones.

La narrativa de “Free Palestine” que incluye mapas que borran a Israel no es solo política: es un ataque existencial. Grupos como Hamás y Hezbolá, clasificados como terroristas por la UE y EE. UU., han declarado explícitamente su objetivo de destruir Israel. Sus discursos, amplificados por redes sociales, alcanzan a ciudadanos europeos que, influenciados por desinformación, asocian a todos los judíos con las políticas israelíes. Un estudio de 2025 de la Universidad de Oxford reveló que el 45% de los europeos jóvenes cree en teorías conspirativas sobre el “poder judío”, un porcentaje que creció un 20% desde 2020.

Líbano, representado en la pancarta, juega un papel clave. Hezbolá, con apoyo iraní, ha intensificado su presencia en la frontera con Israel, lanzando ataques que han desplazado a 60.000 israelíes desde octubre de 2023, según el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel. Esta implicación no solo agrava el conflicto, sino que exporta una retórica antijudía que se manifiesta en Europa. En Bélgica, un rabino fue agredido en Bruselas en mayo de 2025, y los atacantes gritaron consignas vinculadas a Gaza, mostrando cómo el discurso antijudío conecta conflictos lejanos con violencia local.

Impacto Global y Respuesta Social

La operación antijudía no se limita a Europa: sus efectos son globales. En Estados Unidos, la ADL reportó 8.873 incidentes antisemitas en 2024, un récord histórico, con un aumento del 200% tras el conflicto en Gaza. En América Latina, países como Argentina y Chile han visto un repunte de ataques a sinagogas, con pintadas que repiten lemas como los de la pancarta francesa. Esta globalización del odio es alimentada por campañas mediáticas que deslegitiman a Israel, pero terminan afectando a judíos comunes, desde estudiantes en universidades hasta ancianos en sus comunidades.

La sociedad europea está dividida. Mientras algunos ciudadanos condenan el antisemitismo, otros lo justifican como “antisionismo”. En Francia, un 38% de los encuestados en 2025 cree que criticar a Israel no es antisemita, según el Instituto Ifop, pero expertos como Deborah Lipstadt, enviada especial de EE. UU. contra el antisemitismo, advierten que atacar a judíos por las acciones de Israel cruza esa línea. Las comunidades judías, que representan menos del 0,2% de la población europea, se sienten cada vez más inseguras: un 70% evita mostrar símbolos judíos en público, según un informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE.

Combatir esta operación antijudía requiere acción urgente. La UE ha incrementado los fondos para programas educativos contra el antisemitismo, pero la desinformación en redes sociales sigue siendo un desafío. Iniciativas como el Pacto Europeo contra el Odio, lanzado en 2024, buscan sancionar discursos antisemitas, pero su implementación es lenta. La sociedad debe rechazar el uso de símbolos como los de la pancarta francesa, que no promueven la paz, sino el odio. Sin un esfuerzo colectivo, el antisemitismo seguirá creciendo, amenazando no solo a los judíos, sino a los valores democráticos de Europa.

El antisemitismo, bajo la fachada de críticas a Israel, es una operación antijudía que pone en peligro a comunidades enteras. Europa debe enfrentar esta amenaza con educación, leyes firmes y un rechazo claro al odio, o el continente arriesga repetir los errores de su pasado más oscuro.

Antisemitismo disfrazado: Europa debe detener el odio antes de que sea tarde 🕍.

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