El 9 de julio de 2025, el Gobierno de Pedro Sánchez, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), financiará con 130 millones de euros dos proyectos internacionales: 79,9 millones de dólares (unos 74 millones de euros) para una carretera en Honduras y 50 millones de euros para la gestión del río Senegal en Mauritania. Estos fondos, provenientes del Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE), incluyen pagos adicionales de 640,000 dólares al Banco Mundial para supervisión. La decisión ha generado críticas de VOX y usuarios en redes sociales, que la tildan de “despilfarro” en un contexto donde el 23% de los hogares españoles carecen de ahorros y las infraestructuras nacionales, como las carreteras (68% en mal estado), necesitan inversión urgente. La medida se enmarca en la estrategia de Sánchez para posicionar a España en la cooperación global, pero reaviva el debate sobre las prioridades del gasto público.
Financiación de Proyectos Internacionales
El Consejo de Ministros del 8 de julio de 2025 aprobó un crédito de 79,9 millones de dólares para el Proyecto de Gestión Resiliente del Corredor Vial CA-13 (La Ceiba-Puerto Castilla) en Honduras, parte de un plan de 180 millones cofinanciado con el Banco Mundial. Este proyecto busca mejorar la accesibilidad, resiliencia climática y seguridad vial en el norte del país, apoyando el Corredor Turístico del Caribe y el Ferrocarril Interoceánico. Además, se destinaron 340,000 dólares al Banco Mundial para supervisión. En Mauritania, se aprobó un crédito de 50 millones de euros para el Proyecto de Desarrollo y Resiliencia del Valle del Río Senegal, enfocado en la gestión del agua y el desarrollo agrícola, con 300,000 dólares adicionales para el Banco Mundial. Ambos proyectos, gestionados por FONPRODE, suman 130 millones de euros.
🔴3- REGALOS INTERNACIONALES CUANTIOSOS.
— Pablo Cambronero 🇪🇦 (@PabloCamPiq) July 8, 2025
Atención a las cantidades y proyectos de cooperación que el FONPRODE (@AECID_es) va a financiar:
-80 Millones $ Para un proyecto de gestión resiliente de una carretera en Honduras.
-50 Millones de € para un proyecto resiliente del Río… pic.twitter.com/vshSe3yGai
La AECID, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, justifica estas inversiones como parte de la cooperación para el desarrollo sostenible, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En Honduras, los fondos también apoyan programas de empoderamiento femenino, inclusión de discapacitados y comunidades étnicas. En Mauritania, complementan compromisos previos de 510 millones de euros anunciados en 2024 por Sánchez y Ursula von der Leyen para gestionar flujos migratorios y promover energías verdes. Sin embargo, la opacidad sobre los beneficiarios y la ejecución de estos fondos, como señaló @MalaLeche666, alimenta sospechas de ineficacia.
Críticas por Prioridades Desiguales
VOX, liderado por Santiago Abascal, ha denunciado estas partidas como un ejemplo de las “agendas globalistas” de Sánchez, que priorizan proyectos extranjeros sobre las necesidades nacionales. En un contexto donde el 68% de las carreteras españolas están en mal estado, según @MalaLeche666, y regiones como Ceuta esperan centros educativos paralizados, la inversión en Honduras y Mauritania ha sido calificada de “estafa” por usuarios como @Finx_inversor. VOX también critica la financiación a países africanos mientras se ignora la seguridad en Ceuta y Melilla, que Abascal exige incluir en la OTAN. En redes, @Canariacat señaló que Sánchez parece más enfocado en su imagen internacional que en listas de espera, autónomos al límite o alquileres inasequibles.
Las críticas se intensifican por el historial de Sánchez en cooperación internacional. En 2024, destinó 250 millones a una desaladora en Marruecos y 300 millones a Mauritania para frenar la inmigración. En 2023, las subvenciones a República Dominicana crecieron de 1,8 a 5,8 millones. Estos gastos contrastan con la crisis interna: el INE reporta que el 28% de los niños españoles están en riesgo de pobreza, y The Times calificó a Sánchez como un “político arruinado” por escándalos de corrupción como el caso Koldo, que involucra adjudicaciones sospechosas.
Un Debate sobre Cooperación y Soberanía
La financiación de proyectos en Honduras y Mauritania se enmarca en la estrategia de Sánchez para fortalecer la presencia de España en África y América Latina, promoviendo el desarrollo y conteniendo la inmigración irregular. En Mauritania, un aliado clave en el Sahel, los fondos buscan estabilizar una región marcada por conflictos y 150,000 refugiados. En Honduras, el apoyo al corredor CA-13 responde a acuerdos firmados en Sevilla en 2025 con Xiomara Castro, incluyendo un consulado en Bilbao para migrantes hondureños. Sin embargo, la falta de transparencia sobre los beneficiarios, como empresas españolas o locales, y la percepción de que el dinero no llega a los más necesitados, como señaló @brotesverdeshou, avivan el rechazo.
El contraste con las necesidades internas es evidente. Mientras el Gobierno destina millones al exterior, el presupuesto de 2026 sigue sin aprobarse, y regiones como Canarias, que enfrentan una crisis migratoria con 40,000 llegadas en 2023, reciben solo 4,7 millones para cooperación. La percepción de despilfarro se agrava por escándalos como los contratos de Servinabar y Alegure en Navarra, vinculados al PSOE y al PNV. Para críticos como Abascal, estas políticas reflejan una sumisión a intereses globales en detrimento de la soberanía nacional.
Un Gasto Polémico en Tiempos de Crisis
Los 130 millones para Honduras y Mauritania refuerzan la imagen internacional de Sánchez, pero también exponen una desconexión con las prioridades de una España en crisis. Mientras el Gobierno defiende la cooperación como una herramienta para el desarrollo y la estabilidad, las críticas de VOX y la sociedad señalan el abandono de infraestructuras, sanidad y vivienda. La opacidad en la gestión de FONPRODE y la falta de resultados visibles, como la persistente llegada de cayucos a Canarias, cuestionan la eficacia de estas inversiones. En un país donde la pobreza y la desconfianza hacia las instituciones crecen, el debate sobre el gasto público exige un equilibrio entre solidaridad global y necesidades locales, un desafío que el Ejecutivo de Sánchez aún no ha resuelto.
Sánchez invierte 130 millones en Honduras y Mauritania: ¿cooperación solidaria o prioridad equivocada? 🌍