El 28 de abril de 2025, España sufrió un apagón histórico que dejó sin luz a millones durante horas. El origen del colapso eléctrico se encuentra en la megaplanta fotovoltaica Núñez de Balboa de Iberdrola, en Usagre (Badajoz), que generó oscilaciones anómalas media hora antes del corte. Con 500 MW de potencia, esta planta, la mayor de Europa hasta 2022, presentó un “mal funcionamiento de un control interno”, según Red Eléctrica Española (REE), desencadenando una reacción en cadena que desestabilizó el sistema. El informe del Gobierno, criticado por ocultar datos a petición de las eléctricas, revela centrales que no regulaban tensión y desconexiones indebidas, pero no identifica culpables claros. Este incidente, que ha desatado acusaciones entre Iberdrola, REE y el Ejecutivo, expone la fragilidad de la transición renovable y la opacidad del sector eléctrico, dejando a la sociedad con más preguntas que respuestas.
Un Fallo en Núñez de Balboa: El Detonante del Apagón
A las 12:03 del 28 de abril, la planta Núñez de Balboa, generando 250 MW, comenzó a producir oscilaciones anómalas en su potencia activa y reactiva, según el informe de REE. Estas fluctuaciones, que tardaron 4 minutos y 42 segundos en estabilizarse, obligaron a REE a reconfigurar el sistema, incrementando la inestabilidad. Se confirmó que esta megaplanta, operativa desde abril de 2020 con 1,43 millones de paneles solares, fue el epicentro del fallo. REE atribuye el problema a una “anomalía interna” que Iberdrola debe aclarar, mientras la empresa, que controla el 25% de la potencia instalada en España, insiste en que sus centrales cumplían la normativa.
El informe del Ministerio para la Transición Ecológica, liderado por Sara Aagesen, señala una “combinación de factores”: centrales que no regulaban tensión según la normativa, desconexiones indebidas y un procedimiento de control de tensión (P.O. 7.4) desactualizado desde 2000. Sin embargo, la patronal Aelec, que incluye a Iberdrola y Endesa, presionó para anonimizar las plantas implicadas, alegando confidencialidad. En X, usuarios como @Irenirima exigen “nacionalizar Iberdrola” por operar “por encima de la ley”, mientras @pilar51 critica la falta de transparencia. La opacidad del informe, que analiza millones de datos pero no señala responsables claros, alimenta la desconfianza social.
Núñez de Balboa, con una inversión de 300 millones de euros y financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) e ICO, ha estado bajo escrutinio. En 2022, el TSJ de Extremadura anuló la expropiación de sus 525 hectáreas, pendiente de resolución en el Supremo, y en 2024, la Fiscalía Europea investigó un préstamo de 145 millones del BEI por posible fraude. Estas controversias, sumadas al apagón, refuerzan la percepción de que la planta, símbolo de la transición verde, opera en un marco de irregularidades y falta de control.
La Fragilidad de la Transición Renovable al Descubierto
El apagón ha reabierto el debate sobre la dependencia de las renovables y la gestión del sistema eléctrico. Núñez de Balboa, diseñada para abastecer a 250.000 hogares, representa el auge de la solar en España, con 31.800 MW instalados por Iberdrola. Sin embargo, expertos como José Luis Navarro, ex de ENRESA, advierten que la falta de almacenamiento, como baterías o hidroeléctricas de bombeo, limita la estabilidad del sistema. Andrés Muñoz, de Infoenergética, duda que una sola planta cause un colapso, sugiriendo fallos en la gestión de REE, que no sustituyó centrales disponibles para regular tensión.
Iberdrola, que señala a REE por “negligencia”, y el operador, que culpa a las eléctricas por incumplir la normativa, se enzarzan en un cruce de acusaciones con indemnizaciones multimillonarias en juego. El informe de REE, de 18 páginas frente a las 182 del Gobierno, insiste en que no faltó potencia, sino control de tensión, contradiciendo al Ejecutivo. La ausencia de un protocolo actualizado y la falta de coordinación público-privada, con 75 expertos en 14 reuniones, revelan un sistema eléctrico vulnerable ante la creciente penetración renovable.
Una Sociedad Exigiendo Respuestas
El apagón no solo dejó a España a oscuras, sino que expuso las fisuras de un sector eléctrico dominado por grandes empresas y un Gobierno que evita señalar culpables. La opacidad del informe, a petición de Aelec, contrasta con la presión ciudadana por transparencia. La percepción de que Iberdrola, con antecedentes judiciales en su megaplanta, evade responsabilidades alimenta el malestar social.
España, que aspira a liderar la transición verde con 10.000 MW renovables en Extremadura para 2030, debe reforzar su infraestructura. La modernización del P.O. 7.4, el fortalecimiento de la ANMAC y la inversión en almacenamiento son urgentes. Mientras el Supremo resuelve el futuro de Núñez de Balboa y la Fiscalía Europea investiga sus fondos, la sociedad exige que las eléctricas y el Gobierno prioricen la estabilidad del sistema sobre intereses corporativos. Este apagón no es solo un fallo técnico; es una advertencia de que la transición renovable necesita transparencia y robustez.
Núñez de Balboa falla, España se apaga: ¿quién responde por la luz? 💡