El 8 de julio de 2025, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, propuso al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como candidato al Premio Nobel de la Paz durante una visita a la Casa Blanca. Netanyahu entregó una carta al Comité Noruego del Nobel, elogiando a Trump por “forjar la paz en un país y una región tras otra”. La nominación, presentada en una cena destinada a discutir un alto el fuego de 60 días en Gaza, es la tercera de Trump para el galardón en 2025, tras las de Pakistán y el congresista republicano Buddy Carter. Sin embargo, la propuesta ha generado críticas de países árabes, que acusan a Netanyahu de promover una “limpieza étnica” en Gaza, y de sectores que cuestionan su legitimidad por su orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra. En un contexto global donde el 20% de los hogares enfrentan dificultades económicas, la nominación de Trump reaviva el debate sobre el mérito del Nobel y las prioridades en Oriente Medio.
Una Nominación en un Contexto de Tensión
Durante la cena en el Salón Azul de la Casa Blanca, Netanyahu destacó los esfuerzos de Trump en conflictos como los Acuerdos de Abraham, la tregua entre India y Pakistán, y los bombardeos a instalaciones nucleares iraníes, que frenaron temporalmente las hostilidades con Teherán. “Es bien merecido y deberías recibirlo”, afirmó, entregando la carta de nominación. Trump, sorprendido, agradeció el gesto, señalando que “viniendo de ti, es muy significativo”. La propuesta, sin embargo, eclipsó las negociaciones sobre Gaza, donde una delegación israelí en Doha, Qatar, busca un acuerdo con Hamás para liberar rehenes y establecer una tregua. Netanyahu descartó un Estado palestino independiente, insistiendo en que los palestinos tengan autonomía, pero sin capacidad militar para amenazar a Israel.
El anuncio se produce tras la “Guerra de los 12 Días” entre Israel e Irán, donde Estados Unidos bombardeó tres sitios nucleares iraníes, retrasando su programa nuclear según la Agencia de Inteligencia de Defensa, aunque Trump afirmó haberlo “aniquilado”. La nominación también coincide con su decisión de reanudar envíos de armas a Ucrania, un giro tras suspender entregas por bajas reservas. Estas acciones, junto a su apoyo a Israel, son citadas por Netanyahu como evidencia de su liderazgo en la paz global, aunque críticos señalan que los bombardeos y la reubicación propuesta de gazatíes a otros países refuerzan la ocupación y el desplazamiento palestino.
Reacciones y Polémica Internacional
La nominación ha generado reacciones polarizadas. Pakistán, en junio de 2025, nominó a Trump por mediar en una tregua en Cachemira, y Buddy Carter lo respaldó por su diplomacia en conflictos como Congo-Ruanda y Egipto-Etiopía. Sin embargo, países árabes han condenado la propuesta, calificándola de “intento de limpieza étnica” por el plan de reubicar a gazatíes, que consideran un obstáculo a la solución de dos Estados. Amnistía Internacional criticó a Trump y Netanyahu por ignorar violaciones de derechos humanos en Gaza, donde más de 56.000 palestinos han muerto y 2 millones han sido desplazados desde 2023, según datos no oficiales. La CPI, con una orden de detención contra Netanyahu, intensifica las acusaciones de hipocresía.
En redes sociales, la nominación ha sido objeto de burla y críticas, con usuarios como @TuiteroSismico calificándola de “circo” y destacando la incongruencia de nominar a un líder acusado de crímenes de guerra. Otros, como @el_pais, subrayan la obsesión de Trump con el Nobel, comparándolo con Barack Obama, quien lo recibió en 2009. La prensa internacional, como El País y CNN, destaca que la nominación refuerza la alianza Trump-Netanyahu, pero desvía la atención de la crisis humanitaria en Gaza, donde 78 palestinos murieron en bombardeos el día previo al encuentro.
El G e n o c i d a Netanyahu nominó a Trump para el Premio Nobel de la Paz.
— Irán💥Israel (@TuiteroSismico) July 7, 2025
¿Qué clase de show o circo es éste?
Esto tras reunirse y buscar apoyo para que Israel ataque a Irán con el apoyo y Visto Bueno de EEUU. ( Y si le dio el ok) pic.twitter.com/yv4XN7Ffg0
Un Debate sobre el Nobel y la Paz
La nominación plantea preguntas sobre el mérito del Nobel de la Paz, que premia esfuerzos por la fraternidad entre naciones y la reducción de conflictos armados. Trump, quien ha afirmado merecer el galardón “cuatro o cinco veces”, se apoya en logros como los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y países árabes. Sin embargo, su respaldo a bombardeos en Irán y la propuesta de una “Trump Riviera” en Gaza, junto a una zona industrial nombrada por Elon Musk, son vistas por críticos como proyectos que priorizan intereses económicos sobre la justicia. Amnistía Internacional y la ONU han instado a priorizar la liberación de rehenes y la ayuda humanitaria, no la reubicación de palestinos, que consideran una violación del derecho internacional.
En Estados Unidos, la decisión de Trump de reanudar envíos de armas a Ucrania y negociar con Irán refleja una política exterior agresiva que contrasta con el discurso de “detener guerras”. La sociedad global, con un 20% en pobreza extrema, observa con escepticismo un Nobel que parece más un gesto político que un reconocimiento genuino. En España, el debate resuena con controversias locales sobre el aborto y la inmigración, donde las prioridades del gasto público dividen opiniones. La nominación de Trump, respaldada por un líder controvertido como Netanyahu, pone en cuestión la credibilidad del galardón en un mundo marcado por conflictos y desigualdades.
Un Escenario de Polarización
La propuesta de Netanyahu posiciona a Trump como un actor clave en la diplomacia global, pero también expone las contradicciones de su política exterior. Mientras negocia treguas en Gaza y con Irán, su apoyo a acciones militares y la reubicación de gazatíes generan críticas por perpetuar la inestabilidad. La nominación, aunque simbólica, refuerza su alianza con Israel, pero arriesga alienar a países árabes y a la comunidad internacional que exige justicia en Palestina. En un año electoral en Estados Unidos, el Nobel se convierte en una herramienta política, lejos de su propósito original. Sin avances concretos en Gaza y una solución justa para los palestinos, la candidatura de Trump seguirá siendo un símbolo de división, no de paz.
Netanyahu nomina a Trump al Nobel: ¿gesto de paz o maniobra política? 🕊️