back to top
miércoles, junio 18, 2025
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Top 5 ESTA SEMANA

PUBLICIDAD

spot_img

LO RELACIONADO

PUBLICIDAD

spot_imgspot_img

España al Límite: Red Eléctrica Alertó en 2020 sobre los Riesgos de un Exceso de Renovables

El histórico apagón que paralizó España y Portugal el 28 de abril de 2025 ha puesto bajo escrutinio la gestión de Red Eléctrica, ahora Redeia, y su capacidad para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico en un contexto de alta penetración de energías renovables. Este colapso, el más severo en décadas, ha reavivado un debate que la propia compañía ya había señalado en su informe anual de 2020: los riesgos asociados a un sistema eléctrico cada vez más dependiente de fuentes renovables como la solar y la eólica, cuya intermitencia puede comprometer la seguridad del suministro si no se acompaña de las infraestructuras adecuadas. La falta de preparación para gestionar estos riesgos, evidenciada por el reciente apagón, ha generado críticas hacia el Gobierno y Redeia, mientras expertos y ciudadanos exigen respuestas sobre la fragilidad del sistema eléctrico español.

¡Atención! Hay ingenieros señalando a Francia y sus más de 56 plantas nucleares como culpables, pero lamento aclararlo: esta vez, los franceses no tienen la culpa.

En su informe de 2020, Red Eléctrica advirtió sobre el peligro de “desconexiones debido a la alta penetración de renovables sin las capacidades técnicas necesarias para una respuesta adecuada frente a perturbaciones”. Este documento, que analizaba los desafíos del sistema eléctrico ante el aumento de la generación renovable, señalaba que la intermitencia de estas fuentes podía provocar desequilibrios en la red si no se implementaban medidas como el almacenamiento energético a gran escala o una mayor interconexión con Europa. En aquel momento, las renovables representaban el 44% de la generación eléctrica en España, una cifra que ha crecido hasta el 56,8% en 2024, según datos de Redeia, consolidando al país como uno de los líderes europeos en energía limpia, pero también exponiéndolo a mayores riesgos sistémicos.

El apagón del 28 de abril afectó a casi toda la península ibérica, interrumpiendo el suministro eléctrico durante horas y causando pérdidas económicas estimadas en hasta 4.500 millones de euros, según un análisis preliminar. La desconexión masiva, que dejó sin luz a hogares, comercios y servicios esenciales como hospitales y transportes, fue atribuida inicialmente a una “oscilación muy fuerte de los flujos de potencia” que aisló a España y Portugal del sistema eléctrico europeo. Aunque el suministro se restableció en un 99% para el 29 de abril, según Redeia, el incidente ha puesto en evidencia las advertencias de 2020, que señalaban la necesidad de modernizar la red para adaptarse a la variabilidad de la generación renovable. Por ejemplo, la eólica y la solar, que dependen de condiciones climáticas, pueden generar picos de producción o caídas repentinas, lo que exige sistemas de respaldo robustos que, según los expertos, España aún no ha desarrollado completamente.

El incidente ha reavivado el debate sobre la transición energética. España ha sido un referente en la adopción de renovables, con un aumento del 10,3% en la generación de energía limpia en 2024, alcanzando 148.999 GWh, según el informe anual de Redeia. Sin embargo, esta transición ha ido acompañada de retos estructurales. La falta de capacidad de almacenamiento, como baterías a gran escala, y la limitada interconexión con Europa—España solo tiene un 2,8% de capacidad de interconexión con Francia, frente al objetivo europeo del 15% para 2030—han sido señaladas como puntos débiles. Comparado con otros países, como Alemania, que cuenta con un 10% de interconexión y sistemas de almacenamiento más avanzados, España está rezagada en la adaptación de su infraestructura eléctrica.

Un ingeniero en renovables elogiando al presidente mientras culpa a Francia: una tendencia en auge que revela cómo, incluso en la ciencia, se puede manipular la narrativa

El apagón también ha resaltado la dependencia del sistema eléctrico español de las condiciones externas. En 2024, España exportó un 5% de su electricidad a Francia y Portugal, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, pero la intermitencia de las renovables puede generar desequilibrios en momentos de alta demanda o baja generación. Durante el apagón, se perdieron 15 GW de potencia, equivalente al 60% de la generación del momento, un colapso que expertos han calificado de “extraordinario”. Aunque el presidente Pedro Sánchez descartó que el exceso de renovables fuera la causa directa, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó la crisis para criticar el plan del Gobierno de cerrar las centrales nucleares, que aportan estabilidad al sistema al generar un 20% de la electricidad del país, según datos de 2024.

El impacto social del apagón fue significativo. En Madrid, la estación de Atocha se convirtió en un caos, con policías y trabajadores de la Cruz Roja distribuyendo mantas y agua a los pasajeros varados, mientras que en Cataluña, el servicio de Rodalies quedó suspendido durante dos días. En Andalucía, donde se restableció el 99,19% del suministro para el martes, los comercios sufrieron pérdidas millonarias. A nivel nacional, el Gobierno decretó el estado de emergencia en varias regiones, desplegando 30.000 policías para gestionar el caos. Comparado con eventos similares, como el apagón de Nueva York de 1977, que dejó a 9 millones de personas sin luz durante 25 horas, la recuperación en España fue más rápida, pero las consecuencias económicas y sociales han sido igualmente graves.

Las críticas al Gobierno y a Redeia

Las críticas al Gobierno y a Redeia no se han hecho esperar. Mientras la compañía insiste en que está investigando las causas, la falta de transparencia ha generado desconfianza. En 2023, Redeia ya había advertido sobre la necesidad de invertir 8.500 millones de euros en los próximos años para reforzar la red, incluyendo proyectos como la nueva subestación de Almendrales en Zaragoza, destinada a facilitar la integración de renovables. Sin embargo, estas inversiones aún no han sido suficientes para evitar un colapso de esta magnitud, lo que ha llevado a algunos analistas a cuestionar si España está priorizando la transición verde a expensas de la seguridad energética.

El apagón de 2025 ha confirmado las advertencias de Red Eléctrica en 2020, exponiendo las limitaciones de un sistema eléctrico que, aunque líder en renovables, no está preparado para garantizar la estabilidad en escenarios extremos. Mientras el país se recupera, la necesidad de modernizar la infraestructura eléctrica y equilibrar la transición energética con la seguridad del suministro se ha convertido en una prioridad ineludible.

¡España se queda sin luz y Red Eléctrica sin excusas: el exceso de renovables nos dejó en la penumbra!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

LOS POPULARES